Política mediática y medios de la política

En pleno siglo XXI en nuestra Europa moderna, he visto en Belfast como un muro de cuatro metros, con torres de control policial, separa día tras día protestantes unionistas y católicos nacionalistas. Las diferencias separadas por un muro, “línea de paz» es su eufemismo.

Recibir información de tu ciudad desde fuera permite reflexionar sobre el papel de los medios de comunicación, así como de si lo publicado merece la categoría de noticia por el qué, o por el quién. Como comenta acertadamente Jordi Ballesteros en su blog: “els fosforitos no tenen vida pròpia. Algú els ha de fer anar […] Cadascú subratlla el que li interessa i als ciutadans ens pertoca intentar llegir bé la frase sencera i tenir criteri propi per desxifrar-la”. No puedo estar más de acuerdo.

La política mediática puede funcionar desde la oposición, pero no desde el Gobierno. Es un grave error hacer una política de titulares, y algunos medios de comunicación deberían revisar su código ético y explicar porqué ahora es noticia lo que antes no lo era. Si bien es cierto que el gobierno popular se encarga de convertir lo ordinario en extraordinario, son los medios los que convierten lo ordinario en noticia.

Hoy es un día triste para todos los ciudadanos de Badalona, nuestro alcalde ha ido al juzgado para declarar por un posible delito de xenofobia. En la versión digital del diario El Punt, la noticia principal de ayer era un cordero en un maletero, mientras que el titular de hoy trata sobre la Diada Nacional del próximo 11 de Septiembre. Resulta incomprensible que los medios estatales publiquen en portada la comparecencia de García-Albiol en el juzgado, mientras que un medio que dedica una página web a Badalona cada día, omita cualquier tipo de alusión sobre el tema.

Ferran Falcó escribía en su blog el pasado 7 de Julio:

“Sap ell, perfectament, que està venent fum. Ja que és alcalde, seria bo que deixés de fer-ho i es posés a treballar, deixant de banda l’obsessió pel titular que intenta colar gols als professionals de la informació i, de retruc, als ciutadans que en llegeixen les notícies”

No le falta razón al Sr. Falcó, matizando que a veces parece que haya profesionales de la información a los que les gusta perder el partido por goleada.

Por otra parte, después de tres meses de Gobierno, echo de menos saber cuál es el proyecto de ciudad del Partido Popular. Me refiero a saber hacia dónde vamos como comunidad. Se trata de la idea transversal, de la filosofía que debe marcar el sentido de circulación de todas las políticas a nivel local.

Por el momento, estoy viendo que la actuación municipal está basada en la Guardia Urbana, y en cuestiones relacionadas con la inmigración, nada más. Gestionar y dirigir una ciudad es mucho más que eso.

¿Dónde están los grandes proyectos de ciudad? Aquellos que ilusionan a los vecinos y hacen que nos sintamos orgullosos de ser badalonins, y que cuando salgamos de nuestra ciudad digamos con la cara bien alta que Badalona es una ciudad excepcional. En los últimos años hemos asistido a la llegada del tranvía, del metro a Llefià y la Salut y al Centro de Badalona, a la creación del Puerto, a la apertura del Pont del Petroli, a la reurbanización de la façana Marítima, a la creación de la Plaza Pompeu Fabra, a la reforma de tres teatros y el impulso del Museo,  al proyecto de alargar la línea 1 de Metro desde Fondo hasta Santo Cristo, al proyecto de la nueva carretera B-500, etc. De todos estos proyectos se puede discutir su fondo o su forma, pero articulan un modelo de ciudad, dan forma a un proyecto.

La tarea policial que se está haciendo es buena, estoy contento de que los martes no se instale el «mercado de la miseria», o que se ponga más énfasis en la normativa de los pisos sobreocupados, o que se cierren comercios por razones de higiene, o que se rescate un cordero de un maletero… pero estos aspectos tan sólo son anécdotas en la gestión de una ciudad. ¿Este es todo el proyecto de ciudad que plantea el Partido Popular?

Obviamente el Gobierno tiene cuatro años por delante, pero es muy indicativo que sólo veamos policía y más policía… desde el cuartelillo de la Guardia Urbana no se construye una ciudad.

Cuando se cierra un negocio por motivos de higiene y salud pública, debo felicitar al Ayuntamiento y al Gobierno de García-Albiol, y si han reforzado este aspecto y lo están haciendo mejor que el gobierno anterior, doblemente les felicito. Pero que lo destacado de la noticia de la actuación sea que el propietario es musulmán, sólo crea división y estigma al colectivo de una manera muy injusta. A mí me da igual de quién sea en negocio, lo que quiero es que cierren todos los que no cumplan la normativa. Esa es la gran diferencia.

Pensando en nuestra ciudad, a veces, temo que se estén levantando los cimientos de otros muros, unos muros invisibles e intangibles, pero muros al fin y al cabo.

En el fondo lo que estoy viendo no me extraña, es simplemente una política anti-catalanista y de derechas, donde se da un papel primordial a las fuerzas de seguridad, se estigmatiza el colectivo inmigrante, se dejan de lado las políticas sociales, se obvia por completo la participación ciudadana, y se intentan minimizar al máximo los símbolos Nacionales de Catalunya. Y lo último será ya el ataque frontal al catalán en las escuelas (una de las líneas que Ferran Falcó dijo que no se podían cruzar).

Frente a esta ofensiva político-mediática de la derecha en Badalona, no me queda más que reafirmarme en mis valores progresistas y de izquierdas, y pedir liderazgos políticos firmes, contundentes, constructivos y capaces de volver a despertar ilusión entre los ciudadanos.

Sin más, desearle un buen trabajo al Gobierno, y un mejor trabajo a la oposición.

Atentamente,

Christian Carneado